Múltiples organizaciones y personalidades rindieron homenaje al camarógrafo argentino.

En el mismo lugar donde cayera abatido el camarógrafo argentino Leonardo Henrichsen, en Agustinas a un costado del Banco Central en Santiago, se realizó un acto de homenaje cuando se cumplen 50 años desde aquel 29 de junio de 1973, en que grabara su propio asesinato a manos de militares sublevados durante el hecho conocido como “el Tanquetazo” con el cual se pretendía derrocar al Gobierno de la Unidad Popular.

El homenaje fue organizado por el Comité Democrático de Memoria Ciudadana, encabezado por Francisco Estévez, con la participación de Rocío Alorda, presidenta del Colegio de Periodistas, Marcela Ahumada, directora de la Fundación Salvador Allende y Dafne Concha, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Municipalidad de Santiago. Entre los asistentes estuvieron el embajador de Argentina en Chile, Rafael Bielsa, el exministro Jorge Arrate, el presidente de la Comisión Chilena de Derechos Humanos, Carlos Margotta y la presidenta del directorio del Museo de la Memoria, Marcia Scantelbury, entre los muchos asistentes.

El acto se desarrolló mostrando diferentes testimonios de quienes estuvieron cerca del camarógrafo  y corresponsal de la estación sueca STV.  Jan Sandquist, periodista y parte del equipo de Henrichsen, envió un testimonio grabado en la Embajada de Chile en Suecia donde cuenta que “Leonardo era el director de fotografía más famoso de Latinoamérica que había en ese tiempo. Él era fantástico. No sólo fue la mejor persona que he conocido, sino que era uno de los mejores fotógrafos que he conocido. Él era increíblemente profesional, tranquilo, compuesto y hábil”, señaló. El periodista relató que durante el tiroteo él se había quedado en la oficina y llegó corriendo minutos después del ataque, sostuvo a su amigo y después de decir algunas palabras murió en sus brazos.

El equipo de la televisión sueca había llegado a Chile a cubrir el proceso que se vivía y preparaban, ese fatídico 29, una entrevista al senador del Partido Comunista (PC) Volodia Teitelboim. Estaban en pleno centro de Santiago y al sentir las primeros tiros del Regimiento Blindado N°2, salieron Henrichsen y una asistente a reportear. Las imágenes de los disparos que recibieron quedaron plasmadas en la cinta que grababa el periodista, al igual que el último tiro que le causó la muerte.

Jorge Arrate relató durante este homenaje que un funcionario, miembro del GAP, vio desde las oficinas donde él trabajaba, en Codelco, cómo la cámara quedó botada después que se llevaron el cuerpo de Henrichsen; por lo que bajaron y la escondieron en una alcantarilla para sacarla más tarde y llevársela al propio presidente Allende. Fue el mismo Perro Olivares, amigo personal de Allende y director de TVN, quien la recibiría en La Moneda.

Mientras, Julio Pablo Lira, quien en 1973 era un joven diplomático chileno y que se encontraba en ese día en la Embajada de Ecuador en Chile, ya que era yerno del Embajador, relató a través de un video que hasta esas dependencias llegó Pablo Rodríguez, miembro de la agrupación de extrema derecha Patria y Libertad, para solicitar asilo en vista de su responsabilidad en la asonada golpista del regimiento Blindados N°2 que había sido reducida.

Francisco Estévez, organizador de este homenaje, señaló que “La filmación de Leonardo es un signo anticipatorio. Pero no sólo de la represión sufrida. Es también un signo de esperanza. De la dignidad de la memoria. Por eso estamos aquí. No para conmemorar ese Pre-Golpe de Estado. Ese Pre-Golpe lo recordamos porque tenemos el deber de recordar. Lo que conmemoramos es ese gesto sublime de dignidad y derechos humanos que tuvo, en el minuto final de su vida, Leonardo Henrichsen. El 11 de septiembre de este año 2023 no conmemoraremos el Golpe de Estado. Lo recordaremos porque tenemos el deber de recordar. Lo que sí conmemoraremos es el discurso final del Presidente Allende, y la sublime dignidad de su despedida”.

Leonardo Henrichsen Ferrari nació el 29 de mayo de 1940 en Buenos Aires, Argentina. Hijo de padre sueco y madre argentina, de joven fue aprendiz del noticiero Sucesos Argentinos, el primer noticiero cinematográfico que se proyectaba antes de las películas. También trabajó como camarógrafo de Canal 7, desempeñándose en el ámbito internacional y grabó por primera vez un golpe de Estado contra el presidente Juan Bosh en República Dominicana. Años más tarde, en 1969 le tocó cubrir en nuestro país la protesta conocida como El Cordobazo, cuya cobertura despertó el interés del canal sueco SVT, que lo contrató.

Recién en 2005 recién se conoció la identidad del asesino de Henrichsen, el cabo segundo Héctor Hernán Bustamante Gómez, pero éste falleció antes de conocerse la sentencia de la Corte de Apelaciones de Santiago de Chile.