Todos nos podemos equivocar, pero no debemos denostar ni, por sobre todo y todos, poner en riesgo el derecho a la libertad de expresión, de informar y ser informados. 

CARTA DE PERIODISTAS:

NO NOS SIGAMOS EQUIVOCANDO

Censurar a la prensa en Chile

Estamos viviendo tiempos convulsionados en Chile y en el mundo. Violencia, inestabilidad, crimen organizado, corrupción, crisis migratorias, crisis económicas, problemas medioambientales, entre otros. Lo anterior, en medio de una realidad digital que hace correr la información, la falta de información y la desinformación a una velocidad que no conocíamos, de la mano de nuestros teléfonos.

Hoy el periodismo adquiere más que nunca un rol esencial. Chile tiene una historia reciente de censura, restricción de la libertad de prensa, persecución y despidos de periodistas que no se ajustaban a la verdad oficial. No debemos olvidar que el periodismo de investigación que hoy conocemos, durante décadas no pudo levantar cabeza en Chile, porque las y los colegas que así lo hicieron fueron expulsados, perseguidos e incluso, asesinados.

¿Quién iba a pensar que, en pleno gobierno democrático, con las instituciones funcionando, cada una con su rol y respeto por el resto, íbamos a presenciar en vivo y en directo un acto de censura, de privación del derecho a la información al país, a sus autoridades, a las y los periodistas presentes y, en particular, en contra de la periodista Paulina de Allende-Salazar?

Nuestra colega cometió un error mientras hacía un despacho en vivo. Se dio cuenta de inmediato y lo enmendó en cámara. Incluso, pidió disculpas. En vez de decir carabinero, dijo paco. Lo hizo en un contexto de emociones agudas y frente a un país preocupado por los homicidios que ocurren a diario en las calles, plazas, poblaciones, regiones y también en contra de las policías. El general de carabineros, Alex Chavan Espinosa, conmocionado por la muerte de un colega, también se equivoca al decidir censurar a la periodista por su error: “.. esa periodista no puede estar acá” (Ella se encontraba distante de los micrófonos pues otro equipo estaba destinado a cubrir dicha conferencia).

Carabineros por ley debe “respetar, proteger y garantizar sin discriminaciones arbitrarias los derechos humanos y libertades reconocidos por la Constitución Política de la República y los tratados internacionales ratificados por Chile” (artículo 2º de la Ley Orgánica Constitucional de Carabineros).

No menos grave fue lo realizado posteriormente por el medio de comunicación en el que Paulina de Allende-Salazar demostró ser una pieza fundamental de su programación diaria. El comunicado de Mega fue leído a la brevedad por sus compañeros, en un espacio que se define de entretención e informativo, sin antes haber oído la versión de la  profesional que aún iba en el trayecto hacia el canal. Emitió un juicio que no sopesó disculpas públicas, trayectoria, compañerismo ni esfuerzos diarios. El medio tiene derecho a despedir a quien estime conveniente, pero a su vez, debe primar un mínimo de respeto por la labor de ésta y de cualquier otro profesional de la prensa.

Todos nos podemos equivocar, pero no debemos denostar ni, por sobre todo y todos, poner en riesgo el derecho a la libertad de expresión, de informar y ser informados. 

Quienes firmamos esta carta hacemos un llamado al entendimiento del rol de la prensa en democracia. Investigar, preguntar, reportear, estar en terreno sin prohibiciones le hace bien al país, a las autoridades, a las instituciones y a cada uno de las y los ciudadanos. Un periodismo obediente, es un periodismo muchas veces servil al poder de turno. El periodismo se ejerce sin censura, en libertad, aunque nos moleste.

Eso y no otra cosa esperamos de los medios de comunicación, de los canales de televisión, de la prensa escrita, las radios, los portales de noticias, los medios digitales y las instituciones del Estado. Que apoyen y cuiden a periodistas que ejercen un rol insustituible para la marcha de la democracia.

¡Únete a esta declaración! firma, comparte y difunde.

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