«La Carta» era una publicación artesanal que se distribuía mano a mano y permitía dar a conocer la verdad de los acontecimientos políticos, sociales y económicos que el régimen ocultaba con represión, impidiendo la libre circulación de revistas y aplicando censura a radios, diarios y la televisión.

José Luis Córdova

Ex Consejero Nacional 

Colegio de Periodistas de Chile

Una hermosa y cuidada edición de Gráfica LOM nos permite traer a la memoria la histórica «Carta a los Periodistas», una gesta informativa llevada adelante por el Colegio de Periodistas de Chile entre noviembre de 1984 hasta junio de 1985, durante los terribles años de la dictadura de Pinochet.

«La Carta» era una publicación artesanal que se distribuía mano a mano y permitía dar a conocer la verdad de los acontecimientos políticos, sociales y económicos que el régimen ocultaba con represión, impidiendo la libre circulación de revistas y aplicando censura a radios, diarios y la televisión.

Con el financiamiento del Gobierno Regional Metropolitano (CORE), y la iniciativa del Colegio de Periodistas, el Consejo Metropolitano de la Orden y el ímpetu incansable de la colega Oriana Zorrilla es posible recrear las 144 ediciones de este esfuerzo colectivo por defender y proteger la libertad de expresión en una de las épocas más oscuras de la historia de Chile.

La colaboración de las excelentes plumas de Oriana, Lidia Baltra, Ignacio González, Pablo Portales, Guillermo Torres, Juan Andrés Richards, Max Laulié, Odette Magnet, Bárbara Hayes, Juanita Rojas, María José Luque, Clara Isabel Pérez y María Olivia Monckeberg; los testimonios gráficos de Kena Lorenzini, Jorge Figueroa y Juan Carlos Cáceres podemos acceder a fragmentos imperecederos de décadas recién pasadas que forjaron nuestro presente y iluminan nuestro futuro.

Ejemplos heroicos de los iniciadores y realizadores de esta maravillosa obra que arriesgaron sus vidas por informar libre, oportuna y verazmente, una necesidad siempre presente y que hoy, en medio del proceso constitucional que vivimos, se hace imprescindible para asegurar el derecho a la comunicación entre los más trascendentales derechos sociales por los que combate el pueblo chileno durante este interminable período de transición a la democracia.

La odiosa concentración de la propiedad de los medios de comunicación en pocas manos, la hegemonía de empresas transnacionales en las ondas radiales y los canales de televisión en propiedad privada impiden el libre flujo a información y la libertad de prensa en nuestro país y «La Carta a los Periodistas» que testimonia esta obra en comento es una prueba fehaciente que los poderes fácticos no impiden bajo ninguna circunstancia la lucha por la libertad y la democracia en Chile.